Seg?n el propio Escohotado, con la tercera edad emprendi? el esfuerzo por pasar de original a sabio, y de ingenioso a ecu?nime, concretado tal labor en componer Los enemigos del comercio, una historia moral de la propiedad, en su opini?n el libro de mi vida. En principio, dicho proyecto se limita a precisar qui?nes, en qu? contexto y con qu? resultados han sostenido que "la propiedad privada es un robo y el comercio su instrumento".
Sin embargo, lo primero que descubre al estudiar el asunto fue la necesidad de retroceder hasta Esparta y Plat?n, por una parte, y por otra hacia la secta esenia -que interpret? el sexto mandamiento como no comerciar?s-, convertida luego en credo ebionita (pobrista) y finalmente en el manifiesto expuesto por el Serm?n de la monta?a. Contextualizar ambas l?neas le supuso llevar a cabo una investigaci?n sin precedentes sobre los or?genes de la sociedad esclavista, caldo de cultivo para el nacimiento del redentor mesi?nico -un cordero que lava los males del mundo cuya novedad es ser un chivo expiatorio que asume tambi?n la Restituci?n o venganza de los ?ltimos sobre los primeros-, prefigurando el progreso mediante guerra civil planteado m?s adelante por Marx como ley del desarrollo social.
Toma perfiles m?s n?tidos el proceso en cuya virtud resurge la sociedad comercial, rechazada y apoyada al tiempo por numerosas sectas comunistas, que culmina en las guerras campesinas del Renacimiento, mientras la Reforma y la Contrarreforma convergen en dejar atr?s el ideal pobrista, proponiendo al buen cristiano ser previsor y pr?spero. Siguen dos centurias de acumulaci?n material, con la F?bula de las abejas de Mandeville como compendio de su realismo, y finalmente la gran Revoluci?n francesa como campo de batalla para liberales y autoritarios, seguida por la Conjura de los Iguales y su l?der Babeuf.?
En su caso, el resultado de investigar el tortuoso tr?nsito de la sociedad servil a la comercial le ha servido al autor madrile?o para acabar documentando un triunfo de la movilidad sobre el inmovilismo, acechado a cada paso por el v?rtigo a la libertad y las seguridades de la servidumbre.En la narraci?n, a?ade al cuadro ideol?gico el detalle de cada medio econ?mico y la evoluci?n de instituciones paralelas -los instrumentos de cr?dito, gremios y sindicatos, las primeras grandes empresas, los sistemas de seguridad social, la aclimataci?n del papel moneda, el derecho de patentes- y un an?lisis in?dito sobre lo espec?fico de las revoluciones pol?ticas en Norteam?rica, Inglaterra, Francia, Espa?a, Alemania y Rusia. Seg?n Escohotado, el historiador contempor?neo dispone al fin de innumerables datos organizados tem?ticamente por los buscadores de Internet, que le comprometen a dar el salto de la cr?nica a algo m?s parecido a un retransmisi?n articulada sobre c?maras m?ltiples, posibilitando como nunca antes el ejercicio de una neutralidad valorativa.
En el apartado 4.I.2 del primer volumen, se presenta la siguiente traducci?n del Cilindro de Ciro:
"Las personas ser?n libres en todas las regiones de mi imperio para moverse, adorar a sus dioses y emplearse, mientras no violen los derechos de otros. Proh?bo la esclavitud, y mis gobernadores y subordinados quedan obligados a prohibir la compraventa de hombres y mujeres"...
(El cilindro se conserva en el British Museum, y ha sido traducido a todas las lenguas de Naciones Unidas)