El Diario de a bordo de Crist bal Col n -transcrito por Bartolom de las Casas- nos descubre a un personaje fascinante y contradictorio, que pasa del entusiasmo a la desconfianza o a las especulaciones geogr ficas m s aventuradas (confunde, por ejemplo, Cuba por Cipango, el nombre que los europeos daban a Jap n durante el Medioevo).
Sin embargo, aunque en su persona se mezclen la maravilla ante el mundo desconocido, el piadoso deseo de evangelizar a los salvajes y una manifiesta avidez de riquezas, Col n fue sin duda un explorador y un navegante incre blemente visionario.
En su segundo viaje Col n sali de C diz el 25 de septiembre de 1493 con tres galeones o carracas, 14 carabelas y 1.500 acompa antes. Lleg a las Islas Caribes el 4 de noviembre del mismo a o. Descubri la Isla de Borinquen (Puerto Rico) y el 27 noviembre lleg a La Espa ola, donde con dolor solo encontr las ruinas del fuerte de La Navidad.
Estuvo en La Espa ola hasta el 24 de abril de 1494, dejando reconstruida una poblaci n que llam La Isabela. Siguiendo su viaje descubri la isla de Jamaica, el d a 3 de mayo. Recorri el sur de Cuba y lleg hasta la isla de Pinos que llam Evangelista. Regres enfermo a La Isabela, y mejorado, volvi a Espa a.
Esta expedici n estaba muy bien equipada, incluso con todo lo necesario para el establecimiento y conquista; llev caballos, vacas, ovejas, cabras, cerdos y aves de corral; entre las semillas y plantas: trigo, cebada, la vid, el lim n, el naranjo y ca a de az car (llamada por entonces oro blanco).
En su tercer viaje -en 1498- descubri la isla de Trinidad, el r o Orinoco y parte de Am rica del Sur. Tambi n fue arrestado por el juez, Francisco de Bobadilla, por supuestas irregularidades en su gobierno.
Su cuarto y ltimo viaje fue de mayo de 1502 a 17 de noviembre de 1504, cuando volvi enfermo a Espa a. Visit las peque as Antillas, La Espa ola, Jamaica y Honduras.